Descubren que algunos fármacos para dormir podrían combatir la adicción a drogas y alcohol

Las adicciones a sustancias como el alcohol o las drogas son un grave problema de salud pública y económico a nivel mundial. Estos consumos tienen consecuencias nefastas para los afectados y su entorno. Además de las consecuencias directas que generan sobre la salud física y mental del individuo, hay que añadir los efectos negativos sobre su situación laboral y social. En todos los países de la UE se llevan a cabo políticas presupuestarias destinadas a combatirlas y a la desintoxicación.

El European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA) estima que los ciudadanos de la UE gastan cada año más de 24.000 millones de euros en drogas ilegales y calcula que 1 millón de personas reciben tratamientos relacionados con la drogodependencia cada año en el territorio europeo.

El Observatorio Español sobre Drogas y Adicciones (OEDA) en su ‘Informe 2022 sobre Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España’, afirma que las drogas con mayor prevalencia de consumo en la población española de 15-64 años, en los últimos 12 meses, son el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes con o sin receta, seguidos del cannabis y la cocaína. La Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 gestiona los recursos que garantizan la eficacia y la ejecución de las políticas acordadas para combatir la drogodependencia mediante la consignación presupuestaria correspondiente que este año ha sido de 17 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado.

Luchar contra esta dependencia es muy difícil porque hay mecanismos cerebrales asociados al deseo de consumir. Un estudio realizado por científicos del Rutgers Brain Health Institute en EEUU ha revelado que en el cerebro se producen una serie de cambios que impulsan la conducta de la búsqueda de drogas. Para acabar con este comportamiento cerebral, los investigadores han descubierto que algunos fármacos para tratar el insomnio pueden bloquear el ansia de la ‘búsqueda’ y podrían ser útiles para combatir la adicción a las drogas y al alcohol.

Orexina del cerebro

Los investigadores creen que han identificado el proceso biológico implicado en la adicción: el sistema de orexina del cerebro. Este regula los ciclos de sueño y vigilia, los sistemas de recompensa y el estado de ánimo e incita a la búsqueda de drogas, tal y como lo detallan en la revista ‘Biological Psychiatry’, que se publicó previamente online. Estos científicos han explicado que el abuso de drogas incrementa la producción de orexina tanto en el cerebro animal, como en el humano y que el bloqueo de este sistema revierte la adicción en ambos.

Explican que muchas células productoras de orexina en el cerebro activan y desactivan su producción de forma que aumentan o reducen la motivación dependiendo de lo que estemos haciendo y la satisfacción que nos produzca. Por ejemplo, se activa la producción cuando una persona debe finalizar una tarea en un plazo determinado y necesita trabajar y se apagan por la noche para que podamos dormir. Pero creen haber descubierto que cuando las personas se vuelven adictas a los opiáceos, la cocaína, el alcohol y otras sustancias, estas células aumentan la producción de orexina pero no la desactivan. Esto hace que el individuo quiera conseguir otra dosis rápidamente.

Por su parte, otro estudio llevado a cabo por otra universidad americana, la Universidad Johns Hopkins encontró, además, que este medicamento puede reducir la ansiedad en personas que se están desintoxicando de los opioides. Este estudio, que se está llevando a cabo con 200 personas, está diseñado para dilucidar el papel del sistema de neurotransmisores de orexina en los trastornos del sueño y los ritmos circadianos del estrés. Esto podría influir en los comportamientos de ansiedad que llevan a la recaída en personas con tratamientos asistidos por medicamentos que se están recuperando de la adicción a opioides. Ahora mismo, están utilizando tres medicamentos antagonistas para la oxerina (Belsomra, Quviviq y Davigo) que ya están aprobados por la Agencia de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Aunque ambos estudios están llevándose a cabo en la actualidad, los participantes creen que hay mucho más por descubrir sobre cómo la orexina impulsa el ansia por las drogas. Pero lo que han descubierto hasta ahora es suficiente para justificar que se prueben los antagonistas de la orexina en ensayos clínicos como tratamientos para la adicción, según indican los investigadores de Rutgers en el artículo.